LA HORMIGUITA
VICKY
Había Una vez una
hormiga que no quería trabajar. Vicky prefería mirarse las patitas, jugar y
correr. Cualquier excusa era buena para no trabajar. Sin embargo se aburría
mucho porque no tenía con quien jugar, las otras hormigas, preferían trabajar
cuando había que hacerlo, y jugar cuando llegaba la hora de
jugar.
Un día en que Vicky
se había ido al bosque, llegó al hormiguero, un hada hormiga voladora. Este hada
explico al grupo, que estaba buscando la mejor hormiga del mundo, y que para
ello iba a hacer un concurso, Cada hormiga, podría acumular puntos, si
trabajaba, cuando fuera la hora de trabajar, jugaba en el momento oportuno, y si
también tenía muchos amigos. El hada vigilaría el desarrollo del
concurso
Así, las hormigas se
pusieron a trabajar, porque cada una de ellas sabía, que podía
ganar.
Parecían
infatigables, sus finas patas estaban siempre en movimiento, no sentían el
cansancio ni los calambres.
Cuando Vicky regresó
al hormiguero, encontró que había mucho trajín. Nadie le habló, no había tiempo.
Todas las hormigas cantaban, sonreían, y transportaban provisiones. Ella se
sintió un poco aislada. Al atardecer, por fin, logró saber lo que pasaba y
porqué todo el mundo estaba tan agitado.
Entonces se dijo,
que quería ganar el concurso y, sobre todo que era capaz de
ganarlo.
Desde el día
siguiente, nuestra hormiga acompañó a las otras al trabajo. Al principio sus
patitas se cansaron mucho porque Vicky, no estaba acostumbrada a jornadas tan
largas.
Sin embardo, no se
desanimó, pues quería ganar el concurso y convertirse en la mejor hormiga del
mundo.
Trabajó cuando debía
trabajar y jugó cuando era el momento de jugar. Consiguió muchos amigos porque
estaba siempre contenta y era muy agradable trabajar con
ella.
Luego llegó el
momento de la gran final. Todas las hormigas inscriptas en el concurso, estaban ansiosas. Finalmente
el hada hormiga voladora, nombró a la ganadora:
-“Por haberse
esforzado mucho, y haber mejorado su rendimiento, nombro ganadora a la hormiga
Vicky”-
Todos aplaudieron.
¡Se sentía tan contenta y orgullosa de si misma! El hada , le entregó un
certificado y también un secreto.
El hada le dijo:
“Serás siempre muy trabajadora, y cuando
sientas que tus patitas están cansadas, o te falta ánimo, harás tres
respiraciones profundas, y entonces te envolverá una nube azul, que te dará
fuerzas y el valor que necesites para continuar. Solo tu podrás ver esa nube. De
este modo, seguirás siendo la mejor hormiga del mundo”
Michel Dufour